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Rev. argent. cardiol ; 88(4): 343-354, jul. 2020. graf
Article in Spanish | LILACS-Express | LILACS | ID: biblio-1250998

ABSTRACT

RESUMEN El tejido adiposo epicardico (TAE) es un tejido metabólicamente activo que ha cobrado gran interés en la última década como marcador de riesgo cardiovascular. El TAE se relaciona con la producción de citoquinas proinflamatorias y de ácidos grasos libres, con la promoción de un estado de hipercoagulabilidad, y con numerosos factores de riesgo cardiometabólico. Existe una íntima relación entre las arterias coronarias y el TAE, no solo anatómica, sino en cuanto a aspectos fisiológicos bidireccionales de regulación paracrina. Además, numerosos estudios han encontrado una relación entre el TAE y la presencia de disfunción endotelial, ateromatosis no obstructiva, estrés oxidativo, fibrilación auricular, y disfunción diastólica. En paralelo, existe una estrecha relación entre la esteatosis hepática (la enfermedad hepática crónica más frecuente), la ateromatosis coronaria, y el riesgo cardiovascular. Una de las características interesantes de la esteatosis hepática y diferenciales con respecto a la enfermedad coronaria es su carácter dinámico y, en cierta medida, reversible. A pesar de las asociaciones descriptas con la ateromatosis y con el riesgo cardiovascular, y de su evaluación sencilla a partir de métodos de imagen no invasivos, la grasa epicárdica y el hígado graso no alcohólico son raramente considerados como marcadores de riesgo en la práctica clínica.


ABSTRACT Epicardial adipose tissue (EAT) is a metabolically active tissue which has raised great interest in the last decade as a cardiovascular risk marker. It is related with the production of proinflammatory cytokines and free fatty acids, the promotion of a state of hypercoagulability and with numerous cardiometabolic risk factors. Between EAT and coronary arteries, there is not only an intimate anatomical association, but also bidirectional physiological aspects of paracrine regulation. In addition, several studies have found a relationship between EAT and endothelial dysfunction, non-obstructive atheromatosis, oxidative stress, atrial fibrillation and diastolic dysfunction. Parallel to these findings, there is a tight association between hepatic steatosis (the most prevalent chronic hepatic disease), coronary atheromatosis and cardiovascular risk. One of the interesting and differential characteristics of hepatic steatosis with respect to coronary artery disease is its dynamic, and to a certain point reversible, character. Despite their association with atheromatosis and cardiovascular risk and simple assessment from non-invasive imaging methods, epicardial fat and non-alcoholic fatty liver are seldom considered as risk markers in clinical practice.

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